Una legítima rebeldía



SANTO DOMINGO.- Si es cierto, como ha declarado el actual secretario general de la Liga Municipal Dominicana, doctor Fidias Aristy, que una parte importante de los alcaldes del PLD y del PRSC, y probablemente una amplia mayoría del PRD, se resisten a la imposición del próximo titular de ese organismo, sería una legítima y ejemplar rebelión del liderazgo municipal, el sector que durante las últimas décadas ha sumado notables aportes al desarrollo institucional y democrático del país.
Y hay que decir que si así fuera, los alcaldes dominicanos tendrían todas las razones del mundo para asumir una posición contestataria frente a una cúpula partidaria que no ha hecho ningún esfuerzo para cumplir o hacer cumplir el mandato de la ley 176-07 que dispone la entrega del 10 por ciento del presupuesto a los gobiernos locales, a pesar de constituir las instancias públicas más afectadas por las demandas sociales y los problemas de gobernabilidad social.
Según Aristy, después de la reunión encabezada por el Presidente de la República con alcaldes peledeístas y aliados, ha recibido cartas de adhesión de un gran número de alcaldes peledeístas, perredeístas y de 11 de los 14 reformistas.
Hace ya un buen tiempo que los líderes municipales dominicanos aprendieron a actuar con espíritu de cuerpo para compensar el trato discriminatorio que históricamente han recibido en la repartición del presupuesto público y otras utilidades del poder, muy diferente al ámbito del Poder Ejecutivo y del Congreso, que generalmente se han servido con la cuchara grande.
Ese espíritu de cuerpo hizo posible la creación de la Federación Dominicana de Municipios (FEDOMU), fundada el 28 de noviembre del 2000, una entidad que se ha colocado por encima del sectarismo partidario para trabajar mancomunadamente por el municipalismo dominicano, rescatando y mejorando algunas importantes funciones de asesoría y apoyo que dejó de ofrecer la LMD cuando se convirtió en un simple botín de reparto al servicio de la politiquería partidaria.
El liderazgo municipal también tuvo el acierto de ponerse de acuerdo para preservar la LMD y darle una oportunidad de reasumir sus roles al servicio de los ayuntamientos, cuando amplios círculos de opinión entendían que la mejor decisión era su eliminación pura y simple.
Durante el año que ha permanecido al frente de la Liga, Fidias Aristy ha mejorado significativamente su credibilidad y ha hecho un notable esfuerzo para ponerla al servicio de los ayuntamientos, ha promovido una mayor transparencia en su propio ejercicio administrativo y entre los cabildos, ha manejado relaciones armoniosas con FEDOMU y ha puesto en práctica la filosofía de trabajar con todos los sectores del municipalismo por encima de los intereses partidarios. Personalmente pienso que dentro del panorama planteado Fidias Aristy representa la mejor alternativa para la LMD.

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