En países como el nuestro donde los niveles de institucionalidad aun no alcanzan una expresión relativamente alta, el cumplimiento cabal de las leyes y de las buenas costumbres parecen ser actos heroicos cuando en realidad no son más que acciones fundamentadas en el correcto accionar de un ciudadano.
Hace unos pocos días estuvimos la oportunidad de pasar por la Maternidad del Seguro Social en la Av. Bolívar casi esquina Alma Master, para saber de una amiga que había dado a luz en dicho centro y resulto una gran sorpresa para nosotros y a la vez un acto gratificante encontrar en los pasillos del hospital y luego en la emergencia, vestida con su bata blanca en plena faena laboral, la esposa del Distinguido Administrador de la Lotería Nacional el Lic. José Francisco peña Guaba, la Doctora Argentina Pichardo, que muy bien podría estar dándose la “buena vida”, acomodada a la posición de su marido, como suelen hacer algunas esposas de funcionarios, pero como ser humano a elegido un accionar justo, siendo coherente consigo misma, actuando apegada a los principios de la honestidad y pulcritud que tanto predico su suegro el Dr. José Francisco Peña Gómez.
La Doctora Argentina Pichardo además dirige sin remuneración alguna el área del voluntariado en la Lotería Nacional, desde donde se le atribuyen grandes obras a favor de los más desposeídos de nuestro país.
En hora buena Doña Argentina, siga con esa labor que esta sociedad valora en su justa dimensión, la gente honesta, humilde y con verdadera vocación de servicio como lo es usted.
Todos los dominicanos de buena voluntad debemos hacer nuestro un ejemplo como este y la construcción de la patria que soñó Duarte y los Trinitarios por fin dejará de ser una utopía, un sofisma para convertirse en una realidad subyacente en esta media isla perteneciente a las antillas mayores.
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